lunes, 14 de septiembre de 2009

Moraleja



La moraleja de la historia era que el gran señor juzgo al que habia guardado el talento por ser un cobarde, temeroso de aprovechar su talento, para bien o para mal.

Nos pasa que a muchos se nos da la oportunidad de crecer y mejorarse, algunos tienen la iniciativa para lograr sus proyectos como tambien estan los otros que decaen y viven una vida mediocre y miserable.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Dedicado al olvido

Hoy, voy a contar una historia.

En algún tiempo y lugar de la historia humana existió un pueblo, una civilizacion en la cual prosperaban varias culturas y religiones, pero todas convergian en una solo lenguaje, en el nacimiento del intercambio. No cultural ni espiritual, sino material, porque la cultura y el espíritu eran individuales y no comerciales, así que redactaron un solo símbolo monetario para las transacciones mas comunes y hasta las mas explicitas. Llamaron a su moneda de intercambio ¨Talento¨ y con sus talentos esta sociedad proliferaba en sus tierras.
Existían ciudadanos con mayor cantidad de talentos como también estaban aquellos que luchaban por solo uno.
En una vivienda de esta prodigiosa comunidad, habitaba un gran señor, el era nombrado así por su cantidad de talentos adquiridos a través del tiempo. En dicha vivienda, el gran señor poseedor de muchos talentos, convivia con personas que prestaban servicios domésticos. Un día se dirigió a tres de estas personas y a continuación el dialogo entre ellos.

-Yo, como gran señor y poseedor de todos mis talentos he planificado una búsqueda, una travesía, en el cual pueda disfrutar de mis talentos en suprema soledad, porque yo mas que nadie merece conocer y disfrutar de ellos pero antes de partir he de demostrar mi generosidad con ustedes, prestándoles a cada uno un talento hasta que yo dueño legitimo reclame de el.
Dichas estas palabras el gran señor hizo entrega a cada uno de ellos un talento y marcho hacia su campaña personal.

Pasado el tiempo, el gran señor regreso a su morada para descansar de su viaje.
En su lecho personal, reunió a los tres para reclamar sus talentos y escuchar lo que habían hecho con ellos.
El primero avanzo y comento:

-Yo, con el talento que recibí, lo cambie por unas gallinas y las crié hasta que pudieran darme muchos huevos y así poder cambiarlos por mas talentos, y he aquí que hago entrega del talento prestado y le doy 100 mas por su generosidad.
Con un saludo se retira para seguir con su labor.

Las palabras del segundo:

-Yo, con el talento que recibí, recorrí todo burdel y establecimiento ilícito en una sola noche, para saciar mi voracidad. No lo he cumplido y por no haber utilizado correctamente el talento prestado me desprecio y por ello mi orgullo cae ante vos, gran señor.
Se despide el segundo con vergüenza en su nombre.

-Yo, ohoh gran señor, con el talento que recibí, lo he guardado hasta que su dueño legitimo regresara. Lo he ocultado, porque mis deseos eran utilizarlo pero la inseguridad golpeaba mi cabeza. Ahora te hago entrega de tu talento.

A este ultimo se dirigio el gran señor:

-En ti descargo toda la furia de las tormentas que azotan los horizontes de la locura, en ti cultivo la fetida semilla del miedo eterno, en ti junto los maderos para que en ti arda el fuego que hara de ti un ser eternamente moribundo.

Moraleja

Otro dia la escribo